En comunicación interna, el tamaño nunca importa

En comunicación interna, el tamaño nunca importa
La comunicación interna emana de aquellas empresas, grandes o pequeñas, que sienten la necesidad de motivar a sus empleados y de retener el talento de los mejores en estos momentos en los que tanto se precisa

Partamos de una idea principal. Una empresa está compuesta por personas. Da exactamente igual que sea una  organización con más de 1.000 empleados-personas que otra con sólo 20 empleados-personas. Nunca podemos perder de vista que las empresas están  formadas por personas.

Tampoco podemos obviar que la comunicación interna es una herramienta de gestión, dirigida hacia el público  interno de cualquier organización, y que constituye un signo de modernidad para aquellas empresas que la aplican, para aquellas que han creído oportuno complementar su tradicional comunicación unidireccional y vertical y han sabido ver las ventajas que les aporta el feedback procedente de la escucha.

Esta herramienta de gestión emana de la necesidad que tienen muchas compañías de motivar a sus equipos humanos y de retener a los mejores en un entorno en el que los cambios se producen cada vez con mayor rapidez.

Pensar que la comunicación interna es un lujo reservado únicamente para las grandes  corporaciones constituye un grave error. Las pequeñas y medianas empresas, al igual que las grandes, están compuestas por personas, precisan de herramientas de gestión y también necesitan estimular a sus empleados y conservar en sus filas a aquellos que se han demostrado eficaces, efectivos, resolutivos y creativos. ¿O es que deben renunciar las pymes a querer conservar a los más talentosos ?

¿Por qué una buena comunicación interna genera beneficio en la empresa?

 

Muchas pymes son ya conscientes de que para ser realmente competitivas deben situar al empleado en el centro de su estrategia

Con indiferencia de su tamaño, muchas empresas  son conscientes ya de que para ser realmente competitivas deben situar a sus empleados en el centro, motivarlos, inculcarles una auténtica cultura que les haga sentirse plenamente identificados e integrados en la compañía y de que, de esta forma, se garantizarán la lealtad de los mismos.

Muchas veces se ha dicho que los trabajadores más talentosos no huyen de las empresas, sino de sus jefes; de sus malos jefes. Sin embargo, esa fuga de capital humano es un lujo que ninguna empresa, ni grande ni mediana ni  pequeña, debería poder permitirse.

Nos encontramos en la era de la transformación digital y tecnológica y, frente a ello, el talento de los empleados es la clave porque también supone  la ventaja más competitiva para  la  empresa.

Muchas veces se ha dicho que los empleados más talentosos no huyen de las empresas, sino de sus jefes; de sus malos jefes

Si además de retener ese talento, logramos la identificación total de ese trabajador con la organización nos habremos garantizado al  mejor de  los prescriptores posibles ante nuestros clientes, ante nuestros potenciales clientes y ante otros grupos de interés de la empresa. ¿Deberían renunciar las pymes a ser prescritas con entusiasmo por parte de sus trabajadores?

La crisis económica de la que aún estamos saliendo  en España y la generalización del uso de internet han provocado que muchas  pequeñas y medianas empresas  hayan empezado a priorizar la comunicación de puertas para adentro sobre la exterior. Y, desde luego, si lo han hecho es sencillamente porque se han percatado de la efectividad que para alcanzar sus objetivos de negocio tienen el desarrollo e  implementación de un plan de comunicación interna.

Las pequeñas y medianas empresas que aplican comunicación interna saben bien que implementar estas estrategias mejora también su cuenta de resultados

Se han dado cuenta, en definitiva, de que gestionar de forma correcta a los empleados-personas con un enfoque estratégico de comunicación no sólo se ha demostrado eficaz  a  la  hora de mejorar el  clima laboral (tantas veces enrarecido y obviado por los malos directivos), de aumentar el sentido de pertenencia de los empleados y de retener a los mejores, sino que, están siendo conscientes de que todo ello, además, ha terminado mejorando también sus respectivas cuentas de resultado.

¿Es que la mejora del clima laboral y disponer de empleados involucrados, estimulados y comprometidos únicamente está reservado a las multinacionales y a las grandes corporaciones?

Cada vez son más los  empresarios, sobre todo los que la han experimentado, que saben que, hablando de comunicación interna, el tamaño nunca importa.

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